Las vacaciones las iniciamos con una jornada de montaña suave, el camino a la laguna no entraña dificultad tecnica alguna y casi solamente hay que dejarse llevar. Lo hicimos temprano, rápido, con el único objetivo de llegar saborear el momento disfrutando del bocata en el refugio y disfrutando de unas vistas fantásticas. La compañía casi la de todos los veranos, inmejorable.
Vista de la laguna antes de iniciar la bajada, con el imponente Almanzor al fondo
La compañía de viaje inmejorable, como siempre, Ramón, Juan, Armando y Javier
Posando para dar fe
el charco de la esmeralda, precioso y con el agua fría de narices
Con Ramón, Javier y Juan
otra panorámica
No hay comentarios:
Publicar un comentario